Una tema importante en los contratos de seguros privados de personas como el de accidentes, invalidez o vida son los llamados cuestionarios previos de salud. Es habitual que las aseguradoras se nieguen a abonar el capital asegurado en la póliza alegando que el tomador del seguro ha faltado a la verdad a la hora de rellenar el cuestionario previo de salud al que se le somete al firmar el contrato.
¿Qué es y para qué sirve el Cuestionario Previo de Salud?
El cuestionario de salud, como su propio nombre indica, es un conjunto de preguntas sobre la salud de la persona que contrata el seguro privado en cuestión. El objetivo de este cuestionario es que la aseguradora valore cuál es el riesgo de que se produzca la contingencia asegurada y pueda determinar cuál es la prima de seguro (cuota anual) que debe pagar el tomador del seguro para el caso de le interese hacer la contratación pertinente.
¿Qué pasa si la aseguradora no hace este cuestionario previo?
Es habitual que las aseguradoras no hagan el cuestionario previo o que este sea muy escueto con preguntas genéricas, en plan “¿tiene usted una buena salud?”. La razón puede ser en unos casos la codicia empresarial de hacer el mayor número de contratos posibles con fines lucrativos, en otros casos simplemente dejadez del mediador. Todo esto va en su perjuicio, de manera que no pueden negarse a indemnizar al asegurado en el futuro si se produce el riesgo asegurado alegando la existencia de patologías degenerativas o enfermedades previas del tomador del seguro a la fecha de firma de la póliza. .Es decir, que si no hay cuestionario y el asegurado por ejemplo tiene un accidente por el cual se rompe los ligamentos, la aseguradora no puede alegar la existencia de una lesión previa del asegurado años atrás en la misma pierna para tratar de eximirse de pagar la indemnización. La jurisprudencia señala que en estos casos las aseguradoras “deben pechar con las consecuencias”, a modo de “si usted no pregunta luego no se queje”.
Las preguntas genéricas como la mencionada al principio de “¿tiene usted una buena salud?” no suelen ser admitidas por los tribunales como válidas para denegar la indemnización al cliente. Se puede dar el caso de que el asegurado tenga una buena salud en el momento de la firma del contrato y que sin embargo un año atrás estuviera en ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital, por tanto el cuestionario para que sea válido debe contener preguntas más concretas y especificas.
¿Qué pasa si el tomador no dice la verdad cuando rellena el cuestionario?
El tomador tiene la obligación legal de rellenar el cuestionario diciendo la verdad. En caso contrario la aseguradora podrá negarse a pagar en el futuro si se produce el riesgo asegurado y nada se podrá hacer por el interesado. Pero una cosa es decir la verdad y otra cosa muy diferente advertir de circunstancias que no sean preguntadas por la aseguradora, sobre esto último la jurisprudencia ha señalado que el asegurado no está obligado a ello. Es decir, si la compañía me pregunta si he tenido alguna vez una lesión en la pierna derecha tengo la obligación de decirle todos los problemas que he tenido en esa pierna, pero si no me pregunta por la izquierda yo no tengo la obligación de advertirle que hace tres años me operaron del menisco de esa pierna. Y más si tenemos en cuenta que suelen ser cuestionarios cerrados que no dejan margen para la añadidura.
Práctica fraudulenta habitual realizada por las aseguradoras
Es habitual que los mediadores de seguros rellenen el cuestionario de salud y luego se lo den al cliente para que lo firme, sin saber éste lo que está firmando. Esta práctica no es legal pero el problema es poder demostrar en sede judicial que el cuestionario no se rellenó por el asegurado sino por el mediador. Por eso, nunca debe el tomador firmar ningún documento del contrato de seguro que no haya completado personalmente él mismo.
Conclusión
Cuando contratamos una póliza y aunque parezca una obviedad, leámosla bien y no aceptemos contratos que no nos convenzan o que contengan datos que no sean ciertos. Y si no nos hacen cuestionario de salud, mejor para nosotros.
Teodoro Pérez Guerrero.
Abogado Especializado en Responsabilidad Civil y Seguro